La verdad que la cima había que ganársela.
En la pista los gallos pusieron ritmo y pensaba que yo así no llegaba, así que por detrás y a lo mío.
A partir del mirador pateo, sendero, pateo, calor, poca sombra, más calor pero cima conseguida.
La bajada tuvo una parte de cada uno a lo suyo buscando camino pateando bastante entretenida.
El sendero como dice Francis a tramos roto, con mucho bolillo suelto y pendiente del Gps para no perder track.
Paisajes espectaculares y hasta la compañia era buena
Gracias por acogernos en la ruta