Los 10.000 del Soplao 2014 Adelanto de la crónica de los 10000 del Soplao 2014 que completaré con las fotos y vídeos de FrancisCuando a principios de año Francis soltó esto de
Los 10.000 del Soplao no dudé ni un segundo en convertirlo en mi objetivo para esta temporada. Evidentemente no sabía dónde me metía.
Lo primero que hice fue ver la
película oficial de la prueba, en la cual participantes de otras ediciones explican las sensaciones que les supuso acabar (o no) este reto. El documental está muy bien hecho y, junto con una charla con mi amigo Chocobike (que lo ha terminado dos veces), me dio el empujón definitivo. Ya sólo me faltaba buscar compañero de aventura, y entrenar.
Para lo segundo empecé el año haciendo algo de fondo y participando en la Vuelta a Córdoba. Después vinieron la Maratón de Sierra Morena y la de Almonte. Después de la Maratón, el trabajo me obligó a abandonar un poco la bici, esperando retomarla en Semana Santa. Sin embargo no pudo ser debido a una gastroenteritis que me tuvo toda la semana de penitencia. Me recuperé con el tiempo justo para hacer una salida larga con Cabrera antes de afrontar la Huelva Extrema. Olvidé contar que en estos meses conseguí engañar a Cabrera para formar equipo cordobés para El Soplao. Francis, inicialmente, saldría desde Trujillo.
Después de la Huelva Extrema empecé a encontrarme cada vez mejor. No tenía dudas, El Soplao iba a ser mío…
La fecha se acercaba y ya sólo quedaba hablar de la estrategia: ésta se resumía en acabar fuera como fuera. La idea era ir en plan mosqueteros, "disfrutando" de la ruta, parando a hacer fotos, y quedándonos con la esencia de los paisajes. Al final salimos Francis, Cabrera y yo desde Córdoba el viernes por la mañana.
El camino hasta Cantabria se nos hizo largo. Llegamos a Cabezón de la Sal casi a las 9 de la noche, y con un frío que nos hizo sacar de la maleta el windtex gordo.
Enseguida nos dio un subidón. Todo un pueblo volcado con la bicicleta. Estands de todas las marcas, tiendas improvisadas donde podías comprar hasta una Santa Cruz si habías olvidado la bici, y, sobre todo, un ambiente que despedía buen rollo.
En la prueba había algo menos de 5000 inscritos. Pensábamos que la cola para retirar el dorsal sería eterna. Sin embargo la organización empezó a sorprendernos: no tardamos ni 10s.
Enseguida nos unimos con el equipo Trujillano para tomar una cerveza. Estos tenían la idea de ver la salida de la prueba de trail que sería esa noche sobre las 11. Nosotros decidimos irnos a cenar pues aún teníamos las bicis en el coche, y teníamos que ir al hotel que estaba a unos 15km de Cabezón. En la pizzería donde comimos aparecieron nuestros compañeros de
Arrastraculos que hicieron una prueba muy buena.
En la cena nos dio tiempo a hablar un poco del Soplao. Un par de días antes y gracias al
blog de los fondistas , empezó a entrarnos un poco de miedito. Al día siguiente subiríamos ocho puertos, incluyendo un par en los que salvaríamos +1000m… y el temible "Negreo" que no sabíamos que era, pero que acojonaba.
Nos metimos una pizza en el cuerpo y nos fuimos al hotel para decidir “que ponernos”. Aunque parece mentira estuvimos discutiendo bastante rato sobre esto. El pelete era terrible y estábamos a 200msnm. Al día siguiente subiríamos hasta 1400mnsm y nos temíamos lo peor. Cada uno hizo lo que pudo. Yo decidí ir con camiseta de mangas cortas, maillot de manga larga, y windtex fino y chubasquero en la mochila. Cabrera similar, y Francis fue el más listo y metió también el windtex gordo. Ya estábamos listos.
Al día siguiente lo primero que vi fue a "mi Francis". Nos despertamos temprano y no había donde desayunar. Afortunadamente había subido ligeramente la temperatura. Metimos las bicis en el coche y nos fuimos a Cabezón, donde nos tuvimos que conformar con una tostada de pan Bimbo. En principio no es el desayuno óptimo para afrontar 160km.
Cuando nos acercamos a la salida nos dimos cuenta que aquello era otra cosa. Casi 5000 bicicletas en un pueblecito que un día normal tiene 5000 habitantes. Nos pusimos en la cola de la cola. Prisa mata.
Pasamos por el arco de salida 10 minutos después de que lo hiciera el primero, que es un paisano con casco-boina. Eran algo más de las 8 de la mañana y todo el pueblo estaba en la calle, con AC-DC a toda tralla. ¡Qué subidón! (esto o el 5hours energy).
31:15
http://new.livestream.com/accounts/5510673/events/3021420/videos/51824255/Todavía se escuchaban a lo lejos a los hermanos Young tocando el Highway to Hell cuando se formó el tapón de la prueba: la subida de San Cibrián. La subida no es nada del otro mundo, lo único que pasa es que por allí no caben 5000 tíos. Cabrera y yo íbamos juntos, mientras Francis se había quedado charlando con el equipo de Trujillo. Aprovechamos los 6km a pie para hablar con un oriundo. El tío iba tan abrigado, que se lo podía haber llevado Calleja al polo norte: goretex, perneras y cubre zapatillas. Nos dijo que iba a hacer un frío que pela, y que seguro que llovía. Curioso, en ese momento hacía sol, y yo estaba por remangarme el maillot.
Cuando hicimos cumbre nos pudimos montar en las bicis y empezar a bajar. Era evidente que las bajadas no iban a ser "endureras". Todas las bajadas serían por pistas y, en general, con buen piso. Esto no quita para que fueran bastante peligrosas, tanto por la velocidad (casi sin querer te ponías a 50km/h) , como por su longitud que te dejaban los brazos como pasados por la thermomix. En esta bajada nos encontramos con los primeros accidentados de la prueba.
Después de algunos tramos picando hacía arriba, empezamos a subir hacía la Cueva del Soplao. En cierta medida me recordó a la subida a Cerro Muriano por "los escalones". Es un tramo bastante entretenido que conseguimos salvar sin poner ningún pie. Junto con la zona de Correpoco que después mencionaré son los más “técnicos” de la ruta. En este tramo nos unimos con Francis.
Al coronar nos paramos tranquilamente a avituallar. La organización de la prueba es muy buena. Todo el día tuvimos dos helicópteros sobre nosotros, y un montón de médicos se disponían por todo el recorrido para poder socorrer a los accidentados rápidamente. Los avituallamientos tenían de todo, pero no vayáis a pensar en geles, barritas, y demás tontás. Tenían café, chocolate, magdalenas, pastelitos, refrescos, bocadillos de jamón, fruta,... Yo me puse púo. Creo que fue la primera carrera en la que amortizo la inscripción.
Empezamos a hacer la digestión con la bajada a Celís. Una bajada sin más, pero... Cada vez estoy más convencido que lo que hace daño bajando es la velocidad. Aquí nos pusimos casi a 60km/h incluyendo un tramo final de hormigón rayado que me hizo polvo. Peor quedaron un par de compañeros de ruta que nos encontramos en el camino. Uno de ellos al borde del camino parecía inconsciente. No sé por qué fueron estas caídas pero se nos quitaron las ganas de arriesgar.
Desde Celís empezamos a subir al monte Aa. Las subidas las hice a ritmo "no petativo" y esta se me hizo larga. Incluso paré a repostar agua en un avituallamiento ilegal que tenían montado una familia poco antes de alcanzar la cima. Ni que decir tiene que de las cunetas del camino no paraban de salir gritos de ánimos para todos los participantes.
Subimos hasta los 600msnm y, desde el monte Aa bajamos de nuevo a los 200msnm, a Ruente, para empezar el Alto del Moral.
El Alto del Moral eran 11.5km de puerto que nos llevarían hasta los 1000msnm. Mi objetivo inicial era llegar arriba de este puerto más fresco que una rosa, y lo conseguí. Este puerto lo subimos en plan mosqueteros, echándonos unas risas y disfrutando del verde del bosque. No os puedo describir el olor de las montañas, así que tenéis que ir.
Estábamos en el PK85, en la mitad de la marcha, y nos paramos a avituallar. Bocatas a granel, plátanos, coca-cola, pastelitos,... Se sentó con nosotros un chico de Madrid que nos dijo que abandonaba. Me dio pena por todo el esfuerzo que llevaba en las piernas, pero si hubiera seguido habría tenido que afrontar lo más duro del recorrido con pocas fuerzas.
No vimos muchos cadáveres en el recorrido. En general la gente era muy conservadora y reservaba todo lo que podía. No obstante, según la clasificación, el 40 por ciento de los inscritos han abandonado. Ciertamente aquello es muy duro.
El avituallamiento era el comienzo del puerto de la jornada: Cruz de Fuentes (20km y +1000m). Cuando empecé a subir estaba empapado de sudor, y decidí quitarme el windtex. En eso que vi un tirador de cerveza -¿me paro?, bueno, cuando llegue arriba me la bebo.
Al poco de empezar a subir tuve que parar a ponerme el windtex ¡qué frío! Estas subidas largas y de ritmo se me dan bien así que no sufrí demasiado, excepto porque tenía el culo como un mandril, y porque no paraba de tiritar ¡pero que frío! Al poco de coronar y tras otra subida, una señora que me vio chocando los dientes me dijo "hijo, hay caldito". Apreté y me bebí tres vasos. De cerveza nada. ¿He dicho que hacía frío? El caldito me dio la vida. Lo más difícil estaba hecho.
Bajamos hasta Correpoco donde nos tenían preparada una pequeña encerrona. Era una zona técnica con mucha piedra y barro, similar a la que tenemos junto a la ermita de Linares. La conseguimos hacer sin torpear, no sin tener que discutir con alguno que no tenía intención de pasar por allí sobre la bici. Sólo 3km, pero junto con los 130km que llevábamos, te dejaban las piernas a punto de nieve. Ya estábamos listos para conocer "El Negreo".
A los pies del último puerto nos encontramos un avituallamiento muy especial. Eran nenes los que nos daban la comida, y como decir que no a un montadito de lomo. Me recordaron a mis hijos cuando se montan en el coche y preguntan mil veces -"papa, ¿cuánto queda?"-. Éstos te preguntaban: "¿quieres comer algo?", y no te dejaban pasar hasta que desaparecía todo lo que llevaban en las manos. Yo me comí dos montaditos y un pastelito de chocolate (los geles vinieron de vuelta a Córdoba). Mientras tanto nos encontramos una estrella ninja en la bici de Francis, donde debiera haber una roldana. ¡Qué cosas!
La digestión la hicimos pronto en "El Negreo". Al empezar te encontrabas una rampa del 25 por ciento que tiraba para atrás, y mirabas para arriba y veías que no se tumbaba. Además llovía. La mayoría de la gente iba andando y empezaba a oler a carne podrida. ¡Nosotros lo hicimos montados, que para eso fuimos regulando todo el día! Sin lugar a duda no he subido nada tan duro.
Ahora podría decir que si hubiéramos ido más rápido no hubiera pasado nada, pero no valdría. Al ritmo que fuimos disfrutamos mucho.
Subido El Negreo sólo nos faltaban 10km de bajada y 10km de llaneo. Bajando íbamos con las manos muy justas, y casi nos caímos. Salvamos la caída con un derrape y un recto. Todo bien para nosotros, pero justo delante se cayó un compañero al que tuvo que asistir una ambulancia. Una pena.
Los últimos 10km los hicimos a 35km/h, gastando lo último que llevábamos dentro.
Al final, unos 160km y +5500m. La sensación que me recorrió cuando cruzamos la meta fue de satisfacción.
1:27:32
http://new.livestream.com/accounts/5510673/events/3021420/videos/51853625Pero no tuvimos tiempo de disfrutarlo mucho que Francis es muy futbolero... eso y el número de whiskys que se bebió el paisano que vio la final de la champions con nosotros es otra historia.
¡El año que viene
¿no? vuelvo!
Y ahora...
el duende eléctrico<![CDATA[<a href="http://www.youtube.com/v/uWnSnqWK2Cg?version=3&amp;hl=es_ES">" target="_blank">http://www.youtube.com/v/uWnSnqWK2Cg?version=3&amp;hl=es_ES"></a>]]>
Autor
En línea
)
