Esta finca es propiedad de la Familia Sanchez Ramade, que desde que se han hecho cargo de ella la han convertido en un "agujero negro" en el que desaparecen (con la complicidad activa o pasiva de nuestras administraciones) todos los caminos, veredas y vias pecuarias PÚBLICAS que la atraviesan, y que son muchas.
Las múltiples denuncias (muchas mias) acompañadas de fotografías del antes, durante y después de los desmanes y vandalismos cometidos por La Alhondiguilla sobre los caminos y cauces públicos parecen dormir el sueño de los justos en algún cajón de algún organismo, mientras esta familia continúa impunemente usurpando y apropiándose de lo que es de todos.
Sin entrar a valorar si esta falta de escrúpulos proviene del patriarca -fallecido recientemente- o de la 2ª o 3ª generación, si que hay dos sicarios, miserables y mezquinos personajes ejecutores directos de las amenazas y presiones a los que intentamos utilizar pacíficamente los caminos, así como de los vallados y "chapados" salvajes de cauces y caminos públicos que conviene que conozcamos.
Uno de ellos se llama Francisco Casero, el "encargado" de la finca, individuo nefasto, prepotente y sin educación alguna (lo ha demostrado en alguna "conversación" con nosotros). Este es un conocido trepa sin escrúpulos del que nadie te dirá nada bueno desde los tiempos en que explotaba un antiguo pub en El Naranjo.
Si te amenaza, denúncialo de inmediato, es la mejor manera de neutralizar a estos personajillos cuyo mayor éxito en la vida es asustar a personas pacíficas, y ni caso a la documentación que esgrime sobre los caminos, es toda manipulada y parcial.
El otro merece capítulo aparte, al ser un hombrecillo ridículo y patético, pero que puede llegar a ser un peligro para los usuarios de los caminos y para la propia finca en la que trabaja.
Su nombre es Cayetano, y es el hombrecillo que circula por la finca y alrededores (os lo podéis encontrar en Los Arenales o en el Lagar de la Cruz) con una moto de campo y un uniforme ridículo con gorrilla mal copiado del de la Guardia Civil. Últimamente le acompaña un mocoso que
podría ser su hijo y al que supongo que estará enseñando tácticas delictivas y mafiosas.
Este ser lamentable, víctima de su incultura, se cree alguien desde que le compraron el uniforme, y se permite la cobardía de amenazar a los ciclistas solitarios (no se atreve si son mas de uno o dos) con tender cables entre los árboles para cortarles la cabeza.
A mi ha llegado a cruzarme un Land Rover en las narices, casi atropellando a mi hijo para asustarlo.
Os animo a denunciar las amenazas a la Guardia Civil, yo no lo he hecho porque aún no se ha atrevido a amenazarme con cables asesinos, pero si a tres o cuatro compañeros en los últimos meses. Quizá así consigamos dejarlo en el paro, ya que dudo mucho que los Sánchez Ramade sean tan burdos como para ordenarle las amenazas, dado que pueden ser casi tan
peligrosas para ellos como para nosotros dado que la finca sería tan responsable como él de los daños que pudieran producirnos.
Por mi parte ya le he cantado las cuarenta a la cara hace unos meses, al sorprenderlo en un Bar de Trassierra mientras espiaba "como infiltrado" en una manifestación contra los vallados en el Bejarano y genocidio vegetal de Sandokan en el Arroyo del Molino. Le dejé bien claro que lo que hacía eran amenazas de muerte, y que de repetirse iríamos a por él mediante denuncias en los juzgados, y aunque asintió sorprendido y acobardado cuando le pregunté si entendía lo que le decía, debe ser mas tonto de lo que parece ya que se que ha continuado con las amenazas, así que ruego al que las sufra que se vaya directo a la Guardia Civil, de forma que quede constancia no vaya a ser que esté lo bastante ido como para cumplirlas.
Próximo capítulo de esta serie sobre la fauna de nuestra Sierra:
"Sandokán el Destructor"
