Buenas noches malandrines (como diría el gran Palero).
A falta de crónica oficial de Paul Stephan, escribo este esbozo para agradeceros todo el apoyo recibido durante toda la semana, que digo semana, todo el mes, no es coña, sin vosotros este gran reto no sería posible. Habéis estado día a día siguiendo los entrenos, dando ánimos, siguiéndonos por las redes sociales, y cuando llegamos a Córdoba, volcados en las "cunetas" esperando pacientemente a que llegara el final del pelotón (allí es donde íbamos) para correr junto a nosotros un rato o dedicarnos un grito de aliento.
Para un simple globero como yo, la Andalucía Bike Race abruma, pero día a día salía a dar pedales, gracias a un gran compañero como Culebra, que me ha mimado, me ha entendido, me ha animado, y en definitiva, me ha tratado entre algodones. Creo que hemos hecho una ABR de menos a más, pero siempre teniendo claro que nuestro objetivo no era otro que el de disfrutar de la experiencia, pero día a día nos sentíamos más y más fuertes, pero Culebra, con esa gran sensatez me decía "cabeza, cabesa". Este simple y escueto eslogan es en que podríamos reducir nuestra ABR.
Os puedo decir que ha sido la experiencia más dura en la que me he visto inmerso jamás, nunca he pasado más dolor en lo alto de una bicicleta, pero como dicen mis hermanos Álvarez, a cabezón hay poco que hacer conmigo, y tenía claro que la rendición no entraba dentro de mis planes, pero nunca hay que subestimarla, así que siguiendo la filosofía "Cholista" pedalada a pedalada, y kilómetro a kilómetro se hace la ABR.
En Jaén las he pasado putas, pero putas, putas, esos puertos infernales no están hechos para mí pero Córdoba era otro cantar, aquí nos defendimos como gatos panza arriba, tanto es así que marcamos diferencias sobre los 30 minutos sobre los integrantes de nuestro pelotón de cola, y el último día... El último día yo estaba como una moto, no he salido con tantas ganas jamás, sabes que el sueño está cerca, y quieres hacer una gran faena, arriesgando, no todo va a ser defender, así que salimos a comernos la etapa, y la jugada nos salió de manera increible.
Cuando crucé la línea de meta, una gran sensación de felicidad irrumpió en mi cuerpo, no puedo ocultar que alguna lagrimita de emoción cayó por mi mejilla. Pero sentía que se había cerrado el ciclo, desde aquel inviermo del 2008 en el que empecé a salir con vosotros con mi amada BH, pasando a hacer enduro sin bici de enduro, a pasar fines y fines de semana pedaleando por nuestra sierra, a empezar a competir defendiendo los colores de nuestro club, y finalmente formando parte de uno de los equipos que han finalizado la ABR.
Todo este rollo es para deciros que se que hemos pasado por momentos malos ultimamente, pero me sientro tremendamente orgulloso, no de pertenecer a este club,(que no es más que un símbolo) si no de ser amigo de las personas que lo conforman, ya que somos personas los que lo conformamos, y no bienes materiales. Ha sido un privilegio pasear los colores de nuestro club por las tierras de Jaén y Córdoba.
No quería terminar este pequeño repaso sin nombrar a Iker, que sin su maestría y sus dotes de psicologo no me fuera hecho ni la mitad de las etapas, a Juanma Palero, que siempre tenía esa palabra de ánimo que hacía que me viniera arriba, y sobre todo a mi compadre Culebra, que ya sabía que era un fénomeno y pedazo de persona, pero es que lo que ha hecho conmigo no tiene palabras de agradecimiento, y por supuesto a todos los que habeis estado pendientes de nosotros día tras día.
Tampoco quería despedirme sin decirle a Marce que esto de la ABR el lo tiene chupado, que solo fuén un mal día como lo puede tener todo el mundo, y que esto no le llega ni a la suela del zapato, así que el año que viene te quiero ver en la parrilla, y no te preocupes que ya estaremos allí para estar contigo, ya sea de técnico, de gregario o de compañer, pero esto te lo comes tu con papas.
Muchas gracias a todos y perdón por el ladrillo, pero ya sabeis, es que soy bloguero... XD