Bueno pues paso a redactar mi crónica del finde.
Salimos de Córdoba tarde por culpa del currelo. Los pacientes no atienden a razones, y se fracturan cuando quieren, jejeje.
A las 16.00 más o menos partimos con la "nave" hacia Riaza, velocidad controlada, 120 kms/h. Este tema daría juego para sucesivas bromas y choteos que sirvieron para entretenernos. Hacemos parada en Casa Pepe, y Mati con una camiseta roja, menos mal que nadie nos dijo nada Tomamos un poquito de queso y de lomo en plan bocata y al menos nos llevamos algo a la boca, que ya hacía hambre sin haber almorzado.
Seguimos y paramos en Valdepeñas a entregar las "ropitas" al Marquell y al Mangueras. Seguimos de nuevo, y a pesar de los 120 conseguimos llegar de día a los apartamentos. El sitio de descanso: de lujo. Sitio acogedor, y pueblo entrañable, con jardines idílicos en los que los niños, padres y abuelos echaban el ratito, gracias a una agradable temperatura de 24 grados (dia), 12 grados (noche).
Llegan Juanlu y Pistón que se habían parado a tomar una cervecita. Empieza la movida, pues Pistón me dice que se le han olvidado las protecciones. Madre del Cielo !!!! Cómo voy a tirarme por la Pinilla a pelo? Me acojono, y pienso: Bueno no será para tanto. Insisto en las protecciones más tarde sucesivas veces, para ver si era coña, pero parece que el tema va en serio. A joderse toca!!!
Nos bajamos al bar y nos metemos una fuente con sendas ristras de chorizaco y morcilla de arroz, acompañada como no, de la típica cerveza lomera y de la Coca-cola del niño (debo ser el único abstemio en el club).
Proseguimos para cenar. Raciones. Más cervezas. Y coca-cola pal niño, que no falte. Regresamos al apartamento, pero antes... Pelotis de los güenos. El niño se anima y se mete algún Four Roses que eso tiene otro color más rico y entra bien por mi graznate. Se acaba la fiesta, Apartamento, reparto de camas, sobada y yo sin protecciones (pa bajar me refiero, eh, jeje)
Empieza el día, llego a la Pinilla. Cago en tó!!! Joer qué alto que está eso!!! Mati me tranquiliza: No te preocupes que no es pa tanto. A todo esto. Se apiadan de mí, y Pistón me da las protecciones soñadas. Ahora al menos me puedo estrellar seguro.
Subimos arriba. Acojone total. Pensamientos tipo: ¿qué hago yo aquí? Me voy a matar. ¿Pa quñe he sacado el Forfait si no voy a subir nada má que una vez? ¿VallNord? ¿Pa qué, pa mirar cómo se tiran los demás?, etc...
Cometo el primer error. Empiezan a bajar y me tiro detrás de Mati para seguir su camino y no errar. Incluso Juanlu me dijo que me veía muy lanzado. Claro. Si no podía frenar del susto. El culo sin echarlo para atrás y la bici que me tiraba hacia delante. Y yo pensando... Mati no frenes por lo que más quieras, que esto no lo paro ni a la de tres.
Nos paramos en pista. Vemos uno de los caminos. Mati le ataca, y me la juega en toda regla. Toca freno delantero y sale por las orejas. Espectacular total, Rueda como una pelota, piedras y un árbol amenazan su estructura ósea y craneal. Al final no pasa ná (luego pasaría por ahí sin problemas, pero a mí me asustó aún más). Bueno, sí. Sí, que pasa. Yo pienso: Si a Mati le ha pasado eso, a mí ¿Qué es lo que me espera? El corazón se me sale por la boca. Jamás he estado tan nervioso y asustado a la vez, y sin poder pensar. Enga me tiro de nuevo. Intento acometer todos los caminos con dignidad. Lo siento, pero muchos sitios se me resisten. Es la primera vez, y ni siquiera sé echar el culo hacia atrás.
Llego abajo. Primera bajada. Sano y salvo. Bueno una caída, en la que me siento en una piedra, pero sin importancia. Tengo que superarme.
Subo de nuevo, y enfilo la segunda bajada. Algo mejoro, lo noto. Tengo menos miedo, y afronto cosas nuevas, que en la pasada anterior me dejé. Meto el culo para atrás (puro instinto de supervivencia) y la bici me lleva de pm, por sitios inimaginables para mí. Llevo un gran bicho entre las patas. Y la bici tampoco está mal
Tercera bajada. Para mí la mejor. Es la que mejor controlé. Mucho culo patrás, mucho freno trasero, mejor control, y el final como siempre, volando gracias a una rampa metálica y otro de palet que había en la pista.
Otra subida, y bajada más. Ahí me da un poco de cague, pero intento seguirlos. Cogemos el camino fácil, que de fácil tampoco tiene mucho. Los veo al final, sigo por el camino, y giro a la izqda, para afrontar un cortado regular, y oigo: NO, NO, NO, por ahí, No, dándole la vuelta. ¡¡¡Coj..es!!! que me estrello, la leche con el cortado, no hay quién lo baje. Si no me avisan me meto de cabeza. Veo un árbol amigo, salto de la bici, y me engancho. Me echaron una afoto ahí, ya la pondré.
Termino el camino, y veo a un lomo, creo que es Mati, pero no. Es Francis, están aquí ya. Pido Foto, porque bajaba rápido, y salté la rampa, pero no da tiempo.
Comemos un poco, flipo contando lo que acabo de hacer. No me lo creo ni yo.
Me meto dos bajadas más. Y se acabó. En las últimas estaba tan cansado que me hice un poco de Eternal Running, me marqué un vuelo sin motor saliendo del camino marcado y casi no consigo descolgar la bici del Telesilla.
¿La Marathón? Pero alguién cree que acabé con fuerzas de hacela. Amos estamos locos. Si aún hoy, ando cojeando de las agujetas.
Conclusión: Creo que he ganado un poco de técnica. He aprendido bastante de cómo hay que hacer ciertas bajadas. He hecho amigos a tres pinos a los que abrazé sin quererlo. Creo que esto me ayudará a poder realizar las bajadas de nuestra sierra mejor.
PD: Sin protecciones no me hubiera tirado ni la primera vez. Gracias Martin.